Currículum (sobre mí)

miércoles, 15 de junio de 2016

¿Qué es la terapia sexual?

La terapia sexual es un tipo de asesoramiento cuyo objetivo general es ayudar a las personas a disfrutar de su vida sexual. En algunos casos, esto implica superar algún tipo de dificultad sexual. Se puede recurrir a terapia sexual simplemente porque queremos mejorar nuestra capacidad para sentir placer a solas o en pareja, para enriquecer nuestra habilidad para dar y recibir placer a través de nuestros sentidos, cuerpo, piel y afectos.

Las mujeres suelen asistir más frecuentemente a terapia sexual para tratar el bajo deseo sexual y la disfunción orgásmica (dificultad en el orgasmo). En el caso de los hombres, los motivos de consulta más frecuentes son la eyaculación precoz y la disfunción eréctil (impotencia). Es curioso que sólo un porcentaje muy reducido de las personas afectadas por dificultades sexuales solicite ayuda profesional, y un número más reducido aún, participa en el tratamiento.

Es comprensible cierto grado de temor, ya que la sexualidad es un área sensible y muy íntima, y aún son muy pocas las personas que pueden hablar sobre el tema abiertamente y con respeto. Pero es muy importante, buscar ayuda profesional, ya que suele provocar mucho sufrimiento en la persona que lo padece, y en su pareja (si la tiene).
Las dificultades sexuales tienen causas múltiples que pueden estar relacionadas directamente, o bien de maneras indirectas y complejas. Es así como la sexualidad no se refiere sólo a la anatomía y mecánica de nuestro funcionamiento sexual. Tampoco se refiere a la relación sexual explícita, sino que se trata de un cúmulo de factores determinado por nuestras emociones, creencias, afectos, deseos y necesidades, nuestras relaciones interpersonales, nuestra relación de pareja, y todo lo que hemos aprendido de nuestra cultura, familia y sociedad al respecto. Todo esto influye en la manera cómo percibimos y vivimos nuestra sexualidad.

¿Cómo es la terapia y qué técnicas se utilizan?

En la terapia sexual se suele atender primero a los aspectos físicos, a fin de descartar cualquier causa orgánica o fisiológica de la dificultad. Además, también se exploran los aspectos psicológicos y las relaciones interpersonales, ya que la gran mayoría de las dificultades sexuales se originan de estos últimos factores.

 Entre ellas, la relación de pareja tiene especial importancia, ya que dependiendo de la dinámica de ésta, la sexualidad se verá afectada de distintas maneras. La pareja es a la vez un importante apoyo, necesario para el proceso terapéutico. La falta de información válida y las creencias erróneas también afectan una sexualidad sana. Otras veces, las actitudes y valores, en especial los religiosos, afectan el libre disfrute de la sexualidad, en especial cuando generan en la persona emociones fuertes como el miedo, la culpa o el temor hacia el sexo.

Tras la fase de diagnóstico, el paciente (hombre y/o mujer) realizarán algunas tareas en solitario y otras junto a su pareja, si la tiene en ese momento. No es necesario estar en pareja para participar en la terapia sexual.
Algunas de las técnicas utilizadas en la terapia sexual son las siguientes:
·                                 Entrenamiento en habilidades sociales y comunicación interpersonal
·                                 Educación sobre la anatomía y funcionamiento sexual
·                                 Focalización en las sensaciones de todo el cuerpo
·                                 Focalización en las sensaciones en la zona genital
·                                  Uso de algunas terapias farmacológicas que complementen la terapia sexual.
·                                 Fortalecimiento de los músculos pélvicos
·                                 Técnicas para aprender a controlar la eyaculación
·                                 Técnicas para facilitar el orgasmo
·                                 Técnicas de masturbación
·                                 Ampliación del repertorio de técnicas y habilidades sexuales de la pareja

¿Cuántas sesiones de terapia son necesarias?

La cantidad de sesiones necesarias suele variar, estimándose en promedio, mínimo unas 6 sesiones, aunque por lo general el proceso completo suele durar mínimo 12 sesiones. Después de terminado el proceso terapéutico, siempre es beneficioso asistir a sesiones de seguimiento para reforzar y mantener en el tiempo los cambios

https://joaquinferrerapsicologo.com/
Joaquín Ferrera
Psicólogo-Sexólogo
Coleg. AN04717

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